Puede parecer una simple vista un deporte como otros tanto, es decir; una actividad física para divertirse y distraerse. Pero la realidad es que va más allá de ser un deporte en si, el surf es sin lugar a dudas una manera de vivir la vida. En cierto modo el que elije el surf, elije no estar en la ciudad, elije cuidar del medio ambiente,elije cuidar de su físico, etc.
El surf encierra por lo general una actividad intelectual importante: se requiere paciencia, sabiduría, perseverancia y fortaleza de espíritu. Los primeros en acercarse al deporte del surf fueron intelectuales, estudiantes, profesionales cautivados por el contacto con la naturaleza y la armonía con los elementos.
Perseverancia y fortaleza: para remar contra el oleaje, luchar contra las fuertes espumas y resistir el cansancio, con el objetivo de llegar a donde se quiere estar.
Paciencia: Una vez que logramos pasar la rompiente y que estamos sentados en nuestra tabla hay que esperar nuestra ola. Entre todas las ondulaciones paciente que se nos presenta debemos ser para conseguir la mejor.
Inteligencia: Debemos analizar cada una de las olas que vienen por series y prever la manera en que romperá antes de que lo haga, para no lanzarnos en una ola que rompa en barra, sea pequeña, etc… sino en aquella que tiene un buen escape para sacar todo tu potencial.
Sabiduria:
Cuando adquirimos horas de agua salada, seremos mucho más sabios en lo que respetamos nuestra forma de vida y sabremos reconocer cuando hay una buena sesión de surf.